Hola Profes, aqui os dejo una guía rápida sobre el mutismo selectivo, en ocasiones se nios dan casos sobre esto, principalmente en la etapa de Educación Infnatíl.
1. ¿QUÉ ES EL MUTISMO SELECTIVO?
Se puede definir el mutismo
selectivo como la dificultad que presentan algunos alumnos para
comunicarse verbalmente en entornos y situaciones sociales poco
familiares y/o con personas poco conocidas.
Esta definición
indica, por una parte, que los alumnos con mutismo selectivo tienen una
competencia lingüística y comunicativa ajustada a su edad comprobada en
el ambiente familiar próximo y, por otra, que esta buena competencia no
se pone en práctica en otros ambientes y con otras personas.
Es
importante señalar que el mutismo selectivo conlleva altos niveles de
sufrimiento personal, además de importantes problemas de adaptación al
entorno. Puede mediatizar el desarrollo afectivo-emocional y repercutir
negativamente (siempre en función de su gravedad y del grado de
generalización del rechazo a hablar) en el desarrollo social, personal y
académico del alumno.
Además de las características propias del
mutismo estos alumnos suelen presentar algunos rasgos de personalidad
característicos como timidez, retraimiento social, dependencia,
perfeccionismo, etc, que, en el caso de concurrir en el alumno, pueden
agudizar el problema o contribuir a su consolidación.
Características:
Factores relevantes en el ámbito escolar:
• Generación de expectativas negativas del profesorado y del
alumnado con relación a la posible evolución y normalización del habla
del alumno: tanto el profesorado que imparte clases al alumno como sus
compañeros piensan y verbalizan que no habla, ni va a hablar.
•
Acomodación del entorno a las dificultades del alumno: El alumno
deja de hacer ciertas actividades académicas porque no habla (no sale a
la pizarra, se le salta sistemáticamente en turnos de preguntas…), los
compañeros se convierten en “intérpretes” del alumno, se le permite
contestar mediante gestos…
• Disminución de situaciones en
las que es necesaria la comunicación oral: ni el profesorado ni los
compañeros piden al alumno respuestas orales.
Factores relevantes en el ámbito familiar y social:
•
Excesiva atención recibida por no hablar: al alumno se le
pregunta reiteradamente si ha hablado en el centro escolar, de haberlo
hecho con quién, cuánto y cómo.
• Alto nivel de exigencia por
parte de los padres para que hable y hable bien: los padres se muestran
excesivamente exigentes en cuanto a la corrección del habla…
•
Sobreprotección familiar: Dependencia excesiva del adulto con poco
desarrollo de hábitos de autonomía personal y de comportamientos
responsables.
• Modelo familiar con relaciones sociales
inadecuadas y/o escasas: Ausencia o escasez de experiencias de contacto e
interacciones sociales.
Factores relevantes relacionados con características de personalidad y condiciones personales:
•
Excesiva rigurosidad, meticulosidad y perfeccionismo que
impiden al alumno enfrentarse a situaciones en las que tiene miedo a
fracasar.
• Excesiva inhibición social, timidez y retraimiento que dificultan las relaciones interpersonales.
• Escasas habilidades comunicativas y lingüísticas que dificultan la comunicación oral.
2. PAUTAS PARA INTERVENIR DESDE EL ÁMBITO ESCOLAR
La intervención deberá tener en cuenta las siguientes premisas:
Tanto las actitudes de sobreprotección como las que tienden a minimizar
o ignorar el problema y que tienen como objetivo no provocar
sufrimiento en los alumnos, no hacen más que reforzar e incrementar el
mutismo.
Las situaciones comunicativas naturales no son
suficientes para superar el mutismo. Es necesario planificarlas y
diseñar otras situaciones, garantizando siempre el éxito de los
intercambios comunicativos del alumno.
En cada momento de la intervención se partirá de lo que el alumno es capaz de hacer con ayuda.
La exigencia se ajustará a una progresión y se mantendrá a lo largo de
todo el proceso, evitando la tendencia natural a la acomodación, en el
nivel alcanzado, tanto de los alumnos como del ambiente.
Pautas y orientaciones
La
tarea del profesorado y del tutor del alumno será, por una parte, la de
establecer una vinculación afectiva positiva con el alumno que le
aporte la seguridad suficiente para enfrentarse a las situaciones, y por
otra parte, la de planificar actividades de clase que requieran de una
comunicación verbal.
A) Pautas para mejorar las condiciones personales y sociales
Posibilitar en las dinámicas del aula la planificación y el diseño de
actividades en grupo (juego social y trabajo cooperativo, etc).
Evitar la sobreprotección, no haciendo las tareas que el alumno puede hacer.
Asignar pequeñas tareas de responsabilidad dentro del aula y del centro
educativo ajustadas a la edad (hacer recados, repartir/recoger
material, borrar la pizarra, pedir fotocopias al conserje).
Aumentar el control del adulto en la interacción escolar con el fin de
evitar el aislamiento del alumno y la existencia de tiempos en los que
la actividad depende de su propia iniciativa.
Crear un clima de seguridad y confianza en el aula favorable a la comunicación verbal.
B) Pautas específicas para la estimulación del habla
Buscar y compartir momentos de comunicación con el alumno para el desarrollo de una vinculación afectiva y comunicativa.
Realizar actividades en los que el profesor participe con el alumno (juegos de movimiento, de mímica, verbales, de turnos…)
Planificar y diseñar actividades de preparación al habla que no exijan
interacción verbal, pero sí comunicación corporal y producción de
sonidos.
- Actividades de movimiento corporal (imitación de gestos,
adivinar objetos o acciones mediante mímica, dirigir a un compañero con
los ojos vendados…)
- Actividades con sonidos inarticulados y
articulados (encadenamiento de sonidos, gradación de sonido, asociación
de sonidos a movimientos,..)
Tener en cuenta al planificar las
actividades el número de alumnos participantes, empezando con grupos muy
reducidos (parejas y tríos) y ampliando progresivamente el número.
Ofrecer ayudas al alumno en los inicios de la actividad a través de un
compañero o del propio profesor, para la incorporación a la misma con el
fin de evitar la tendencia al aislamiento y a la no participación.
Planificar y diseñar momentos diarios y frecuentes en los que el
profesor haga una pregunta sencilla al alumno (inicialmente se
solicitará una respuesta de una sola palabra, progresivamente se
plantearán preguntas que requieran respuestas de mayor longitud).
Plantear actividades de pareja que requieran emisiones verbales sencillas en cuanto a contenido y breves en cuanto a longitud
Organizar el aula en pequeños grupos de trabajo en los que se le
facilite al alumno el intercambio verbal con compañeros. Es importante
que los agrupamientos sean establecidos previamente por el profesor
cuidando especialmente la composición de los grupos (inicialmente con
los alumnos con los que tiene una mayor relación).
Partir siempre
de lo que el alumno es capaz de hacer en cada momento, planificando y
llevando a cabo, siempre de forma progresiva, actividades de mayor
complejidad.
Reforzar siempre cualquier aproximación del alumno a la respuesta exigida.
Ir aumentando la exigencia y las situaciones de intercambio
comunicativo, evitando con ello la acomodación del alumno y del entorno
al nivel alcanzado.